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María Camila Martínez Cardona:

Palabras que inspiran a soñar

Entrevista

FUNLAZULI 6:49 AM Entrevistas

María Camila Martínez Cardona es una escritora risaraldense de 29 años. A la edad de 17 años, publicó su primera novela titulada “Sofía, el principio y el fin” y hasta la fecha, ha escrito una decena de novelas que construyen un universo propio y encantador. Adentrarse en las historias de “Sofía, el principio del fin” o de “La escritora” es acercarse a un estilo narrativo poético que cautiva al lector y lo hace cómplice de una voz que lo acompaña a lo largo de sus historias. Su prosa emotiva permite, más allá de contar una historia, reflexionar sobre distintos temas y hacerse preguntas que desacomodan al lector.

 

En una entrevista con el Lapislázuli Periódico, la joven autora María Camila cuenta que su inspiración viene de su propia vida y de las personas que la rodean. No han sido pocos los desafíos que ha tenido que enfrentar en su carrera como escritora y en su vida personal, y son justamente estos los que han sido clave para encontrar soluciones a cada problema y encontrar su voz como escritora. Sin duda, María Camila es una de las escritoras jóvenes más prometedoras de la literatura contemporánea en Colombia y representa el talento literario emergente del departamento de Caldas. En esta entrevista, María Camila, o "Cami" como le gusta que le digan, nos cuenta su historia. Descubre junto a nosotros sobre su trabajo como escritora, sus gustos e intereses y acompáñanos a descubrir cómo es su proceso creativo. ¿Qué temas le inspiran? ¿Cómo aborda sus escritos? ¿Tienes algún ritual o rutina para escribir?

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“escribir es como respirar, es más que vivir”

Ma. Camila

 

FUNLAZULI: ¿Quién eres?

M.C.M.C: María Camila Martínez Cardona, alias Cami, son fundamentalmente cinco cosas: discapacidad, psicología, literatura, feminismo y rock. Esa soy yo. Soy de Risaralda, (Caldas). Soy una mujer muy familiar. Una mujer de muchos sueños y muchas metas que ha cumplido varios, a pesar de su condición física, que no se la ha dejado nada fácil, aquí esta y de cierta forma, eso es lo que la hace ser ella.

FUNLAZULI: ¿Cómo conectas la psicología con la literatura?

M.C.M.C: Cuando me tocó escoger una carrera universitaria, tenía en mente estudiar literatura y filosofía, ya que siempre me habían encantado. Sin embargo, al momento de la elección, sentí la necesidad de ayudar a las personas y crear personajes más realistas en mis escritos. Fue entonces cuando decidí estudiar psicología, ya que me permitiría utilizar herramientas técnicas y profesionales como la elaboración de fichas y la investigación para entender traumas y el porqué de los pensamientos de las personas. Hace 7 años, me convertí en psicóloga motivada por esta necesidad de ayudar a los demás

 

FUNLAZULI: ¿Rock en las venas?

M.C.M.C: Yo diría que sí. Crecí con una mamá adolescente y, ¿qué se escuchaba en esa época de los 80 y 90? ¡Rock! Y aunque mi papá es músico, él no escuchaba mucho rock. Recuerdo muchísimo bandas como Vilma Palma, Rata Blanca, y con el tiempo descubrí Mago de Oz, Guns N' Roses, entre otros. Sin embargo, no me limito a un solo género musical, ya que tengo gustos muy variados. Mi lista de canciones es una mezcla rara que puede ir desde baladas americanas hasta cumbias del pacífico o música andina. Esto se ve reflejado en mis historias y en lo que quiero representar, ya que cada historia tiene un género, un cantante y una discografía que la representa. Para mí, canciones como "Vestido de cristal" y "Dama negra" de Mago de Oz son himnos personales que me suben el ánimo cuando estoy triste.

 

FUNLAZULI: ¿Y cómo empieza esto de escribir para ti?

M.C.M.C: Comencé a escribir cuando tenía trece años. Debido a mi condición, me tomó cerca de dos años terminar de leer Mujercitas. Después de finalizar la lectura, empecé a escribir poemas. En el colegio, comencé a escribir cuentos y a plasmar mis pensamientos en prosa. La escritura siempre ha sido mi medio de desahogo, ya que es difícil ser una mujer consciente en una sociedad como esta. Una sociedad que nos hace daño y no nos proporciona los medios necesarios para alcanzar nuestras metas. Si la sociedad no fuera como es, tendría una casa, un coche y todo lo demás. Pero, esta es mi lucha diaria y aunque es difícil, no es imposible.

FUNLAZULI: En otra entrevista que concediste titularon “literatura sobre ruedas” y personalmente, me parece complicado preguntar algo que debería ser sencillo. ¿Te gustaría contarnos un poco de tu condición de salud?

M.C.M.C:Mi condición no es fácil, pero tampoco imposible de entender. Se llama parálisis cerebral espástica, la cual padezco desde hace casi 30 años debido a una meningitis que contraje a los 15 días de nacida y a circunstancias que impidieron el tratamiento oportuno. Como resultado, no puedo caminar y tengo limitaciones en una de mis manos. Aunque no puedo caminar, sí puedo desplazarme. En casa, soy independiente y me muevo por todos lados: la sala, la cocina... Eso sí, no cocino porque no se me da bien. Pero dentro de mi entorno, soy muy autónoma. Sin embargo, en la calle, las cosas son diferentes y eso me molesta bastante. No fue hasta hace un año que pude adquirir una silla de ruedas eléctrica que cambió radicalmente mi situación y me permitió hacer muchas más cosas.

FUNLAZULI: Me comentabas anteriormente del sueño de poder dedicarte de lleno y vivir de tus letras. Tener muchos lectores y tener el reconocimiento que te mereces. ¿Vale la pena empecinarse en ser una escritora, pese a saber el largo y difícil camino que hay que andar para ser reconocida?

 

M.C.M.C:La experiencia de escribir es, a la vez, frustrante y satisfactoria. Por un lado, como escritor, uno anhela que mucha gente lea sus obras. Es una constante insatisfacción del ego, por decirlo de alguna manera. Sin embargo, hay que ser realistas: los escritores tenemos un ego enorme. Por otro lado, es importante que al menos una persona lea lo que escribimos, alguien que nos apoye y nos diga: "Me gusta, quiero más". Eso es una satisfacción que nos confirma que no estamos solos. Saber que alguien nos lee, nos entiende y quiere más, no nos llena económicamente, pero sí nos llena el alma. En este sentido, el mundo de las artes es muy completo, pero no siempre es fácil. Siempre he dicho que es cuestión de intentarlo hasta que salga.

 

FUNLAZULI: ¿Sientes que tus novelas publicadas han tenido buena recepción?

M.C.M.C: La recepción de mi obra no ha sido fácil pues Latinoamérica no es una región que se caracterice por leer mucho. Ahora le estoy apostando a publicar en diversas plataformas, a todo porque Camila sin literatura no es Camila.

 

FUNLAZULI: Y tú, ¿para qué crees que existen las artes?

M.C.M.C: Es posible que la gente piense que hablo de la liberación porque tengo una discapacidad, pero la verdad es que he conocido a muchas personas que caminan, que se consideran "normales" (aunque no creo que exista tal cosa), y he visto que también tienen cosas de las que liberarse: sus propios demonios, sus pensamientos poco saludables, sus ideas preconcebidas. Por eso, cuando las personas llegan a mí en consulta con mil cosas en la cabeza, siempre les recomiendo que escriban. Aunque no sepan escribir o no les guste hacerlo, les sugiero que usen el teléfono u otra herramienta para poner por escrito lo que sienten. El acto de escribir remueve todo dentro de uno, permitiendo reconocer patrones que han estado cargando durante muchos años. Yo lo hago y siempre lo voy a recomendar.

Es esa misma sensación de liberación la que experimentas cuando pintas, cantas o bailas; es como si te encontraras contigo mismo. Lamentablemente, a menudo las artes no son valoradas en la sociedad, precisamente por ser liberadoras y subjetivas. Solo quien se arriesga en ellas sabe lo enriquecedor que es. Claro que no todo es fácil, pero la satisfacción de terminar una obra es indescriptible. Es un éxtasis al lograrlo, al poder decir "he terminado un libro, una obra de arte, lo que sea". Es una verdadera sensación de logro y satisfacción que vale la pena experimentar.

 

Anteriormente, mencioné que soy hija de un músico que toca música colombiana en una chirimía. Recuerdo que cuando era pequeña, veía cómo mi padre tomaba una partitura y la copiaba meticulosamente para poder aprenderla. Una vez que terminaba una sección o nota, la tocaba repetidamente sin descanso hasta lograr dominarla. Observar cómo alcanzaba ese momento de paz y satisfacción, donde su alma parecía suspirar, me permitió comprender muchas cosas.

 

FUNLAZULI: Si fueras alguno de los personajes de tus historias, ¿Cuál serias?

M.C.M.C: Responder esa pregunta es complicado, ya que Alana es mi alter ego en muchos aspectos. En la historia de "La escritora", hay un 70% de fantasía y un 30% de realidad. Sin embargo, si tuviera que elegir un personaje de alguna de mis historias, sería Sofía de Nazaret, y te contaré por qué. Cuando tenía 9 años, viví en Bogotá y debido a exámenes y tratamientos médicos que recibí (los cuales me ayudaron enormemente), pasé por momentos muy difíciles. Me sentí torturada, como si fuera un Nazareno. Durante una Semana Santa, le pregunté a mi abuelito por qué Dios no era mujer. Como cualquier adulto que no sabe cómo responder a una niña de 9 años cuando hace esa pregunta, él me miró desconcertado y finalmente me dijo: "¡Averigua tú y me cuentas!"

En ese momento lo consideré un reto y comencé a investigar. Como gran fan de Sailor Moon, recordé una temporada que hablaba sobre "El enviado del Bien". Al profundizar en la investigación, descubrí que se trataba del mesías, lo que despertó aún más mi interés en el tema. A los 17 años, antes del fallecimiento de mi abuelo, ya tenía escrita la historia en un primer borrador, que constaba de cinco capítulos y unas cien páginas escritas en primera persona, utilizando mi propio nombre: Camila Martínez Camila de Nazaret. Sin embargo, pronto me di cuenta de que tendría que cambiar el nombre si quería presentar la novela a una editorial o concurso. Por eso, decidí buscar un nombre que tuviera algún significado para mí, y así nació Sofía de Nazaret.

 

 

FUNLAZULI: La historia de tu novela “la escritora” me parece particularmente fascinante, ¿Cuál es el trasfondo en esa novela?

M.C.M.C: La novela 'La escritora' es una obra que se va construyendo junto a mí. A través de ella, se cuenta la historia de Alana, una escritora que se relaciona con otra autora. En cierto modo, Alana es un alter ego mío y, aunque no se trata de una representación exacta de mi vida, incorporo experiencias personales a la trama.

Para hablar de ella, es necesario conocer primero la historia de Alana Marco Casanova. Comenzando con su condición particular que le impide caminar y la falta de apoyo por parte de quienes la rodean. A pesar de sus esfuerzos por publicar sus libros, estos no se venden en la editorial en la que trabaja. Pero un día, después de lograr caminar, la noticia se propaga y los medios amarillistas la explotan para generar sensacionalismo, lo que provoca un auge en la venta de sus libros y la atención de editoriales. A pesar de que la escritora aborda temas más allá de la historia romántica, como la posesión de los hombres y la visión de muchos hacia Alana como un objeto, la sociedad colombiana se enfoca en la noticia amarillista en lugar de apreciar su arte. Esto resulta en la llegada de entrevistas y reconocimiento, pero también en la lucha de Alana por mantener su independencia y no convertirse en un objeto de posesión de los hombres.

 

Al principio de la novela se presenta de manera efectiva la situación de la protagonista: se explica por qué los chicos juegan con ella y por qué se encuentra soltera. Ellos la ven como un juguete sin valor, debido a un patrón de comportamiento que han creado en su relación con ella. Sin embargo, cuando los demás notan que ella es diferente, todos intentan recuperarla y poseerla de nuevo, lo que crea un conflicto cuando la protagonista conoce a alguien más.

En este punto, la novela explora un diálogo feminista a través del contexto y la lucha interna de la protagonista. Por un lado, ella siente un apego por uno de los chicos que la habían abandonado, pero al mismo tiempo siente que podría ser muy feliz con la nueva persona que ha conocido. Se encuentra en una encrucijada entre seguir patrones de posesión y querer algo más saludable para ella.

 

FUNLAZULI: ¿Sientes que tus novelas se quedan en el plano de lo romántico o trascienden otras esferas del conocimiento?

M.C.M.C:Aunque mis novelas son románticas, abordan otros temas y lenguajes debido al contexto social en el que se desarrollan. No me enfoco únicamente en el romance, sino en problemáticas como la violencia de género, las familias disfuncionales y la desigualdad social, que es un tema que conozco de cerca, ya que sigo viviendo en desigualdad. Sé cómo se siente una persona en desventaja, ya sea por una discapacidad física o por la falta de recursos o educación.

Por ejemplo, en mi novela "La escritora", abordo el tema de la inclusión y exclusión social, y cómo Alana luchó por ser libre y poder estudiar a pesar de las dificultades que enfrentó. Aunque el amor y el romance son un elemento importante, la novela se enfoca en la inclusión y en todo lo que Alana tuvo que superar para lograr su sueño, lo que incluye su relación familiar con su madre, hermano y abuela, y todo lo que ellas tuvieron que enfrentar para apoyarla y mantenerla viva.

 

FUNLAZULI: Entre algunos escritores existe el resquemor de que asocien sus personajes con su vida personal ¿Te molesta que los lectores vean en algunos de tus personajes partes de tu vida?

M.C.M.C: No, la verdad es que me encantaría que lo hagan. Me emociona la idea de que el lector se anime a descubrir y unir los hilos para conocer más sobre quién es la escritora detrás de todo. No me molesta en absoluto revelar mi identidad, al contrario, me gusta. Sin embargo, no puedo hacerlo tan fácil para el lector. Me gustaría que las personas tomaran el tiempo y el espacio para darse cuenta de que hay una mujer discapacitada detrás de todo esto, alguien que ha pasado por momentos difíciles para llegar hasta aquí. Esa es la parte interesante, y me gustaría que la gente lo supiera.

FUNLAZULI: ¿Con que sueñas en este momento?

M.C.M.C: En estos momentos es una meta seguir publicando. Hacerme un espacio como como una mujer escritora. Que el mundo me reconozca más allá de la discapacidad, más allá de la silla. Ser una bestseller y así poder dedicarme a la literatura como tal, para no tener que dejar la escritura por tiempos.

 

FUNLAZULI: Para terminar la entrevista, ¿te gustaría adicionar algo más?

M.C.M.C:  Quiero compartir con los lectores que es importante nunca dejar de soñar. Los sueños son la semilla de las grandes ideas y no debemos permitir que las opiniones negativas de otros nos detengan. Debemos perseverar, porque todo es posible si nos lo proponemos. No dejen de soñar, siempre tengan metas y luchen por alcanzarlas. Si un camino se cierra, busquen otras oportunidades, pero nunca den por sentado lo que aún no han experimentado.

 


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Bibliografía

*Sofía el principio y el fin”, “La Escritora”, “vestido de lentejuelas” (inédita), “alma de mi vida” (wattpad), “luna en llamas”, “interludio” (inédita), “Momentos” (inédita)"